EL BARRIO
Calado, cubachón, recueva, ganao, tufera, cercera…términos y vocablos que poco a poco ya solo manejan los más viejos del lugar. Todos ellos hacen referencia en La Rioja a la cueva excavada que, por sus condiciones de temperatura, humedad, iluminación y aislamiento, la hacían idónea para la elaboración, cría y almacenamiento de vinos.
Estos calaos, generalmente de ámbito familiar, se arraciman en laderas de cerros en multitud de municipios en nuestra región formando los tradicionales barrios de bodegas. Individualmente constituyen una tipología constructiva concreta y, en conjunto, una morfología urbanística muy característica de la zona.
En nuestro municipio, Lardero, poseemos un barrio de bodegas muy bien delimitado y cuya morfología corresponde al típico cerro exento del núcleo urbano. Es por su ubicación un tanto alejada, pero a la vez muy próxima, que muchas veces pasa inadvertido a los ojos del viandante.
Se puede pensar que, dada la situación de Lardero en relación con las grandes áreas productoras de vino de La Rioja, no nos encontraremos en su barrio de bodegas emplazamientos muy significativos. Nada más lejos de la realidad. Los casi 200 calados que existen o han existido en el cerro nos hablan de un pasado vinculado al vino, como en tantos y tantos pueblos de La Rioja.
Conocer y ser conscientes de este legado oculto, inventariarlo y sacarlo a la luz, ha sido la motivación que ha llevado al Ayuntamiento de Lardero a desarrollar el estudio cartográfico y topográfico definitivo que en esta web se da a conocer. Veremos el conjunto total de los todos los calados de un barrio y comprenderemos como están relacionados, como se distribuyen y si son necesarias actuaciones sobre ellos.